Qué enfermedades provocan hinchazón e inflamación estomacal y cómo identificarlas


La hinchazón y la inflamación estomacal generan una sensación de pesadez, presión o aumento del volumen abdominal. Muchas personas las experimentan luego de las comidas o al final del día, aunque en algunos casos aparecen sin un motivo claro. Esta molestia puede presentarse de forma ocasional o repetirse con frecuencia.

No siempre se trata de algo leve. Aunque ciertos alimentos o hábitos influyen, la hinchazón persistente puede indicar enfermedades digestivas que requieren tratamiento. Si el abdomen se inflama con frecuencia, conviene prestar atención a otros síntomas como gases, diarrea, dolor o cambios en el apetito.

La Cleveland Clinic y el National Institute of Diabetes and Digestive and Kidney Diseases (NIDDK) explican que distintos trastornos afectan el tracto gastrointestinal y provocan inflamación abdominal. Conocer las causas más comunes permite actuar a tiempo y mejorar la calidad de vida.

El síndrome de intestino irritable (SII) representa una de las causas más frecuentes de inflamación abdominal. Este trastorno funcional altera el movimiento intestinal y provoca dolor, hinchazón, diarrea o estreñimiento. El estrés y ciertos alimentos empeoran los síntomas.

La disbiosis intestinal también influye. Ocurre cuando las bacterias beneficiosas del intestino disminuyen y aumentan las que generan gases o toxinas. Este desequilibrio afecta la digestión y causa inflamación. Según la Mayo Clinic, una dieta rica en fibra, probióticos y una buena hidratación ayuda a restaurar el equilibrio bacteriano.

Ambas condiciones requieren cambios en la alimentación y, en algunos casos, medicación para aliviar los síntomas y mejorar la función intestinal.

La enfermedad celíaca se presenta cuando el sistema inmunológico reacciona al gluten y daña el intestino delgado. Este daño provoca mala absorción de nutrientes, hinchazón, diarrea y fatiga crónica. Las personas con celiaquía deben eliminar el gluten de forma estricta y permanente.

La intolerancia a la lactosa también causa inflamación estomacal. Quienes no digieren bien este azúcar presente en los lácteos pueden sufrir gases, calambres y distensión abdominal. Según la Harvard Health Publishing, reducir o eliminar la lactosa mejora los síntomas en la mayoría de los casos.

Ambas condiciones requieren un diagnóstico adecuado. No conviene eliminar alimentos sin consultar a un profesional, ya que una dieta restrictiva sin guía puede afectar la nutrición.

La gastritis aparece cuando se inflama el revestimiento del estómago. Esta afección genera ardor, dolor, náuseas y sensación de hinchazón después de comer. El uso excesivo de antiinflamatorios, el estrés o la bacteria Helicobacter pylori pueden provocarla.

La enfermedad por reflujo gastroesofágico también causa inflamación, sobre todo cuando los ácidos del estómago suben hacia el esófago. Produce acidez, tos seca, molestias al tragar y pesadez abdominal.

Ambas enfermedades mejoran con cambios en la dieta, reducción del estrés y, en algunos casos, tratamiento farmacológico. Evitar el alcohol, el café y las comidas grasosas suele aliviar los síntomas.

El cuerpo suele avisar cuando algo no funciona bien. Observar las señales, evitar la automedicación y buscar ayuda médica ante molestias persistentes permite detectar a tiempo enfermedades que afectan la salud digestiva.

Fuente: www.clarin.com

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